Finalidad

La Plataforma de Empleadas de Hogar se crea con el firme propósito de trabajar en pos de los derechos de las trabajadoras del sector, uniendo fuerzas desde diferentes entidades por un mismo objetivo común.
EMPLEO DOMESTICO EN ESPAÑA
El empleo doméstico en España es una actividad que no tiene el mismo status jurídico que el resto de los empleos, aplicándose el Real Decreto 1424/1985, que regula la relación laboral del Servicio del Hogar Familiar y un Régimen Especial de la Seguridad Social, regulación que a nuestro parecer ha quedado obsoleta.
Actualmente en España hay unas 300.000 trabajadoras afiliadas al Régimen Especial de Empleadas de Hogar, aunque expertos en la materia estiman en unas 600.000 trabajadoras. El 58% de las afiliadas a este régimen de la Seguridad Social son extranjeras. Este es un sector que, a su vez, absorbe mayoritariamente a mujeres inmigrantes, como hace relativamente poco tie
mpo, lo hacía con mujeres españolas en otros países de Europa.
Pero en España, el empleo doméstico es una actividad mal considerada socialmente y peor remunerada. Las mujeres inmigrantes que trabajan en este sector constituyen uno de los colectivos más precarios en cuanto a la contratación y las garantías sociales. La normativa, antes mencionada, que regula este tipo de empleo, identifica el tiempo de trabajo con su presencia en el mismo, hecho que es especialmente grave en el caso de las trabajadoras internas, donde la dependencia de estas mujeres del empleador o empleadora es máxima. Son mujeres que sufren una triple discriminación, como mujeres, como inmigrantes y como trabajadoras de uno de los sectores más precarios.
Desde la Plataforma por la Igualdad de Derechos de las Empleadas de Hogar, compuesta por distintas organizaciones, estamos comprometidos y comprometidas con las trabajadoras del empleo doméstico, inmigrantes o no, con sus dificultades laborales y sociales. Por eso tiene sentido este proyecto, destinado a iniciar una campaña exhaustiva de información para promover la superación del Real Decreto que regula el sector, y hasta entonces, exigir su cumplimiento y deje de ser una actividad de economía sumergida.
En tanto y en cuanto el sector no esté mejor regulado, puesto que no podemos permitir que se negocien condiciones laborales a la baja, ya de por sí muy precarias, hemos alcanzado un acuerdo de mínimos que sirva de base para comprometer a las partes a asumir condiciones más dignas que superen a las que establecen el real Decreto.
PLATAFORMA POR LA IGUALDAD DE DERECHO DE LAS EMPLEADAS DE HOGAR